En la antesala de la Asamblea General de Naciones Unidas, los líderes de Reino Unido, Canadá y Australia —Keir Starmer, Mark Carney y Anthony Albanese, respectivamente— anunciaron de manera conjunta el reconocimiento oficial del Estado palestino por parte de sus países. Las declaraciones de los tres mandatarios apuntan a utilizar esta acción como un medio para lograr el fin del conflicto en Gaza y garantizar la paz y seguridad duraderas tanto para Israel como para sus vecinos.
El primer ministro británico, Keir Starmer, enfatizó que, así como Reino Unido reconoció a Israel hace más de 75 años, ahora se une a más de 150 países que reconocen a Palestina. Por su parte, el canadiense Mark Carney declaró que el reconocimiento busca «hacer realidad la promesa de un futuro pacífico» y proporciona «herramientas adicionales» a quienes buscan la coexistencia pacífica y el fin de Hamás. Carney argumentó que esta medida no legitima el terrorismo ni compromete el apoyo inquebrantable a la seguridad de Israel, insistiendo en que la seguridad solo puede garantizarse mediante una solución integral de dos Estados.
El líder australiano, Anthony Albanese, basó el reconocimiento en que la Autoridad Palestina ha reafirmado el derecho de Israel a existir y se ha comprometido con Australia a celebrar elecciones democráticas e implementar reformas significativas en gobernanza, finanzas y educación. Albanese destacó que este reconocimiento se consolida en un momento crucial de trabajo internacional para desarrollar un plan de paz creíble que fortalezca a Palestina, permita la reconstrucción de Gaza y asegure la estabilidad de Israel, una tarea en la que el liderazgo de la Liga Árabe y Estados Unidos es vital.
La Asamblea General de la ONU, que cuenta con 193 Estados miembro, permite la participación de Palestina como invitado, y recientemente aprobó una resolución para permitir al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, participar de forma telemática, luego de que Estados Unidos le negara la entrada presencial por considerar que socavaba las perspectivas de paz. (NP-Gemini-La Tercera-EFE)