Israel está “totalmente listo” para llevar a cabo un ataque militar contra Irán, confirmaron funcionarios estadounidenses al diario Haaretz, al tiempo que Teherán se prepara para una operación de represalia a gran escala que podría incluir cientos de misiles balísticos dirigidos a territorio israelí.
Un alto funcionario iraní dijo el jueves por la mañana que un país “amigo” de la región ha alertado a Teherán sobre un posible ataque israelí. Según The New York Times, altos funcionarios militares y gubernamentales iraníes ya se han reunido para planificar una respuesta que podría implicar el lanzamiento de cientos de misiles balísticos contra Israel.
El miércoles, el comandante de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, advirtió que Irán respondería a cualquier acción israelí “de forma más contundente y destructiva” que en conflictos anteriores. Los medios estatales iraníes citaron a un alto funcionario de seguridad que afirmó que el país es capaz de lanzar “ataques preventivos letales”.

El ministro de Defensa, general Aziz Nasirzadeh, añadió que cualquier conflicto militar pondría en peligro a las fuerzas estadounidenses en la región y advirtió que “Estados Unidos tendrá que abandonar la región porque todas sus bases militares están a nuestro alcance y, sin miramientos, las atacaremos en los países anfitriones”.
En medio de este contexto, el Presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió que un ataque israelí “podría muy bien ocurrir” y que frustraría los esfuerzos para alcanzar un nuevo acuerdo nuclear con Irán.
Trump afirmó que le encantaría evitar un conflicto con Irán, pero añadió que Teherán debe ofrecer mayores concesiones en las negociaciones en curso sobre su programa nuclear. “Es muy simple, no complicado. Irán no puede tener un arma nuclear”, declaró durante la ceremonia de firma de un proyecto de ley en la Casa Blanca. “Irán tiene que darnos algunas cosas que no está dispuesto a darnos ahora mismo”.

Al ser consultado si intentaba impedir que el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzara una operación militar, Trump afirmó que Estados Unidos ha mantenido “muy buenas conversaciones” con Irán y dejó claro que se opone a un ataque israelí por ahora. “Lo arruinaría. De hecho, podría ayudarlo. Pero también podría arruinarlo”, dijo sobre el posible impacto en la diplomacia.
La preocupación por un posible ataque israelí y la perspectiva de represalias por parte de Irán llevaron el miércoles a Estados Unidos a retirar a sus diplomáticos de Irak y autorizar la salida voluntaria de familiares de militares estadounidenses de la región.
El Departamento de Estado también ha comenzado a planificar la evacuación del personal no esencial y sus familias de sus embajadas en Bahrein y Kuwait, consignó The Associated Press.
Según Axios, el enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff -que se encuentra negociando un acuerdo con Teherán-, advirtió en privado la semana pasada a los principales republicanos del Senado que Irán podría desatar una respuesta con muchas bajas si Israel bombardea sus instalaciones nucleares, reveló un funcionario estadounidense y una fuente con conocimiento directo.
En la misma línea, CBS News indicó que Washington cree que Irán podría tomar represalias atacando instalaciones estadounidenses en el vecino Irak. Ante la creciente tensión, la Embajada de Estados Unidos en Bagdad ha iniciado los preparativos para la evacuación, según fuentes iraquíes y estadounidenses citadas por Reuters.
The New York Times indicó que no está claro la magnitud del ataque que Israel podría estar preparando. Pero el aumento de las tensiones se produce tras meses en los que Netanyahu ha presionado al presidente Trump para que aproveche lo que Israel considera un momento de vulnerabilidad iraní ante un ataque.
Hace varios meses Trump descartó otro plan de Israel para atacar a Irán, insistiendo en que quería una oportunidad para negociar un acuerdo con Teherán que limitara la capacidad de Irán de producir más combustible nuclear para una bomba. Hace dos semanas, Trump declaró que había advertido a Netanyahu sobre lanzar un ataque mientras las negociaciones de Estados Unidos con Irán estaban en curso, sostuvo el diario.
En medio de la creciente tensión, la junta de gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) censuró formalmente el jueves a Irán por incumplir sus obligaciones nucleares, la primera resolución de este tipo en más de dos décadas. Esta medida podría allanar el camino para una iniciativa diplomática más amplia para restablecer las sanciones de las Naciones Unidas contra Teherán a finales de este año.
“El aumento significativo de la producción y acumulación de uranio altamente enriquecido por parte de Irán, el único Estado no poseedor de armas nucleares que produce ese material nuclear, es motivo de grave preocupación”, afirmó la agencia nuclear en un informe de finales del mes pasado.
¿POR QUÉ ISRAEL ATACARÍA AHORA?
Según los analistas consultados por The New York Times, el programa nuclear iraní ha avanzado considerablemente en la última década. Irán está a punto de fabricar suficiente material nuclear para alimentar 10 armas nucleares, aunque producir una bomba utilizable probablemente tardaría muchos meses más.

Según el último informe del OIEA, Irán posee actualmente unos 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, justo por debajo del grado de uranio necesario para armas.
Sin embargo, Irán se ha visto debilitado desde que Hamas lanzó el ataque contra Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza. Hamas y Hezbolá, ambos respaldados por Irán, han sido diezmados en la guerra contra Israel.
Según el Times, Netanyahu ha argumentado en privado que la vulnerabilidad de Irán no durará mucho, lo que significa que Israel tiene una ventana limitada para lanzar un ataque.
“De una forma u otra, Irán no tendrá armas nucleares”, dijo Netanyahu en un discurso en abril.
Irán había esgrimido la amenaza de una respuesta formidable de Hezbolá en Líbano como medida disuasoria contra el ataque israelí.

Pero después de que Hezbolá atacara a Israel en solidaridad con Hamas, Israel derrotó al grupo, eliminando metódicamente a sus líderes y matando a miles de sus combatientes.
Los ataques israelíes contra las defensas aéreas iraníes el año pasado debilitaron su capacidad, lo que permitió a los aviones de combate israelíes lanzar un nuevo ataque masivo con mayor seguridad, según funcionarios y analistas. Si Israel espera demasiado, Irán podría restablecerlas, según los analistas consultados por el diario.
En 2018, durante su primer mandato, Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015, firmado por Barack Obama, calificándolo de “parcial”. Ahora ha buscado un nuevo acuerdo para limitar el programa nuclear de Teherán. Steve Witkoff, enviado de Trump para la región, ha mantenido conversaciones con funcionarios iraníes en Omán y Roma.
Aunque los detalles completos de las negociaciones siguen sin estar claros, se estima que el enriquecimiento de uranio es el tema central. Estados Unidos insiste en que, si bien Teherán tiene derecho a un programa nuclear pacífico, debería depender exclusivamente de combustible nuclear importado. Esto implicaría un modelo similar al de la planta de Bushehr, que funciona con combustible suministrado por Rusia, sin enriquecimiento nacional. Irán, en cambio, mantiene que el enriquecimiento es su derecho soberano. Afirma estar dispuesto a limitar el enriquecimiento al 3,67% y a permitir inspecciones internacionales para verificar su cumplimiento.
Fuentes citadas por Axios afirman que Trump podría estar dispuesto a negociar. La última propuesta estadounidense permitiría a Irán suspender temporalmente las operaciones de centrifugación en instalaciones subterráneas, tras lo cual podría reanudar el enriquecimiento al 3,67%. De ser cierto, esto equivaldría a un retorno al acuerdo de 2015, el mismo que Trump abandonó.

En medio de las negociaciones entre Estados Unidos e Irán han surgido rumores en la prensa estadounidense de que Vladimir Putin podría ayudar a negociar un acuerdo nuclear. La especulación comenzó con una declaración del propio Trump. Tras una llamada de casi 90 minutos entre ambos presidentes, Trump anunció que el líder ruso se había ofrecido a colaborar en las conversaciones con Teherán. El Kremlin lo confirmó, añadiendo que Trump le había pedido personalmente a Putin que participara, y que este último estaba dispuesto a ayudar “si fuera necesario”.
Un día después, Rosatom, la corporación nuclear estatal rusa, declaró estar dispuesta a “resolver cualquier problema técnico” si se llegaba a un acuerdo con Irán. Probablemente, esto se refiere a la necesidad de eliminar el exceso de uranio que Irán ha enriquecido por encima del límite del 3,67% en los últimos años.
Rusia ya ha desempeñado este papel. Cuando se firmó el acuerdo de 2015, Moscú accedió a custodiar el combustible gastado de Irán para evitar su uso indebido. Como entonces, Rusia sigue siendo el único país con la capacidad técnica y la disposición política para asumir esta tarea.
Pero Moscú no parece muy interesado en un acuerdo, especialmente si este conlleva el levantamiento de las sanciones estadounidenses a Irán. Según el sitio ruso Meduza, “mientras persistan las restricciones, Teherán sigue siendo un socio confiable con pocas alternativas. A diferencia de Turquía o China, Irán no duda en colaborar con una Rusia sancionada, ya que lleva mucho tiempo bajo sanciones occidentales. Pero si la presión sobre Irán disminuye, Teherán podría replantearse su relación con Moscú”.
POSIBLE ATAQUE
Funcionarios israelíes habían elaborado inicialmente propuestas para atacar las instalaciones nucleares iraníes en mayo, con la esperanza de retrasar un año o más la capacidad de Teherán para desarrollar un arma nuclear. En abril, Trump declaró a Israel que Estados Unidos no apoyaría un ataque.
Durante el último año ambos países también se han atacado abiertamente en dos ocasiones. En abril de 2024, Israel asesinó a jefes de seguridad iraníes en un ataque aéreo en Siria, lo que llevó a Irán a disparar cientos de drones y misiles contra Israel. Posteriormente, Israel contraatacó a Irán.
Varios meses después Irán disparó más de 150 misiles contra Israel en respuesta al asesinato de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá en Líbano, y al asesinato de Ismail Haniyeh, líder de Hamas en Teherán. Israel respondió bombardeando las defensas aéreas iraníes.
Según The New York Times, Israel posee capacidades militares sofisticadas. Pero los analistas militares afirman que destruir el programa nuclear iraní probablemente sería complicado, incluso para una de las potencias más poderosas de Mwdio Oriente, y probablemente requeriría el apoyo militar estadounidense.
Los expertos, consultados por The New York Times, señalaron que atacar todos los emplazamientos nucleares de Irán -algunos de los cuales se encuentran en instalaciones reforzadas excavadas en las montañas- requeriría munición antibúnkeres de primera calidad. Estados Unidos ha rechazado en el pasado las solicitudes israelíes de proporcionarlas.
Los planes israelíes previos para atacar a Irán han dependido en gran medida del respaldo estadounidense. Israel también espera que las fuerzas estadounidenses lo defiendan de las represalias iraníes.
Estados Unidos y sus aliados poseen una superioridad militar abrumadora. Pero la guerra en Yemen ha demostrado que incluso oponentes más débiles pueden plantear serios desafíos. Y las capacidades de Irán superan con creces las de los hutíes.
Potencias regionales como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar -socios financieros y diplomáticos clave para Trump- también quieren evitar la guerra. Estos Estados del Golfo han priorizado el crecimiento económico, la inversión y los proyectos de infraestructura. Un conflicto regional pondría en peligro estas ambiciones. (La Tercera)