El ala demócrata de la Cámara de Representantes de Estados Unidos lanzó una ofensiva legislativa para restringir la capacidad del presidente Donald Trump de iniciar un conflicto bélico con Venezuela. Esta respuesta surge luego de que la Casa Blanca calificara al gobierno de Nicolás Maduro como una “organización terrorista” y ordenara un bloqueo naval total a la flota petrolera de dicho país.
La primera resolución, presentada por el representante Gregory Meeks, exige el retiro de las fuerzas estadounidenses de cualquier hostilidad contra organizaciones designadas como terroristas por la Presidencia en el hemisferio occidental, a menos que el Congreso otorgue una autorización explícita. «Ningún presidente puede arrastrar unilateralmente a Estados Unidos a un conflicto que el pueblo no desea», señalaron desde el Comité de Exteriores.
LA ESTRATEGIA LEGISLATIVA Y EL APOYO BIPARTIDISTA
Una segunda resolución, ingresada por el demócrata Jim McGovern, cuenta con un pronóstico más favorable al incluir el respaldo de tres legisladores republicanos. Esta iniciativa busca retirar las tropas de cualquier acción dentro o contra territorio venezolano que no haya sido aprobada previamente por el Poder Legislativo.
Ambas propuestas se fundamentan en la Resolución de Poderes de Guerra de 1973, una ley federal diseñada para controlar la capacidad del Ejecutivo de comprometer fuerzas armadas en el extranjero sin el consentimiento del Congreso.
Marco Legal: La ley exige que el presidente consulte al Congreso antes de enviar tropas a hostilidades inminentes.
Plazos: Establece que el mandatario debe informar al Legislativo en un plazo de 48 horas tras iniciar una acción y limita la permanencia de las tropas a 60 días sin una declaración formal de guerra.
Objetivo: Evitar «ataques militares extrajudiciales» y asegurar que el uso de la fuerza militar sea una decisión democrática y colectiva. (NP-Gemini-La Tercera Europa Press)





