El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la destrucción de un «gran submarino transportador de drogas» que se dirigía hacia el país por una ruta de narcotráfico conocida. La embarcación, según indicó en una declaración oficial, estaba cargada principalmente con fentanilo y otras drogas ilegales, y a bordo viajaban cuatro presuntos «narcoterroristas».
Este ataque, que marca la sexta operación confirmada por el Pentágono contra naves supuestamente vinculadas al narcotráfico desde septiembre, forma parte de una ofensiva de Washington para frenar el flujo de estupefacientes y aumentar la presión sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro. Esta es, además, la primera vez que Estados Unidos logra capturar a presuntos narcotraficantes tras uno de estos operativos.
Trump precisó que durante la ofensiva dos ocupantes del submarino fallecieron y otros dos sobrevivieron. Estos últimos serán enviados a sus países de origen, Ecuador y Colombia, para ser «detenidos y procesados». El exmandatario aseguró que «ninguna fuerza estadounidense resultó dañada en este ataque».
El expresidente defendió la acción militar, afirmando que bajo su supervisión, Estados Unidos «no tolerará narcoterroristas traficando drogas ilegales, por tierra o por mar». Según sus cálculos, la interdicción evitó la entrada de una cantidad de fentanilo suficiente «para causar la muerte de al menos 25 mil estadounidenses». La Casa Blanca ha defendido la legalidad de estas operaciones, citando las amplias facultades del Presidente bajo el Artículo II de la Constitución para actuar contra lo que denomina «narcoterroristas». (NP-Gemini-La Tercera EFE)