El almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), responsable de Latinoamérica y la mayor parte del Caribe, anunció su retiro de la Armada, a solo un año de haber asumido el cargo. La decisión se produce en un contexto de especulaciones sobre supuestas fricciones con el secretario de Guerra, Pete Hegseth, en relación con los ataques a lanchas cerca de Venezuela.
Holsey, de 60 años, informó mediante un comunicado que se retirará el 12 de diciembre de 2025, tras «37 años de servicio distinguido». El militar elogió el trabajo de su equipo en SOUTHCOM por las «contribuciones duraderas a la defensa de nuestra nación». Por su parte, Hegseth expresó su «más profunda gratitud» al almirante, destacando su «legado de excelencia operativa y visión estratégica», sin aludir a ningún conflicto.
La dimisión ocurre días después de que el presidente Donald Trump anunciara el quinto ataque letal contra una supuesta embarcación de narcotráfico frente a las costas de Venezuela, que ha dejado un saldo de 27 presuntos narcotraficantes muertos. Adicionalmente, Trump confirmó recientemente que autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a realizar operativos en territorio venezolano.
Medios estadounidenses como The New York Times han consignado que Holsey había manifestado su preocupación por los ataques a presuntas embarcaciones ligadas al narcoterrorismo en la zona. Funcionarios del Pentágono y del Capitolio aseguraron, bajo anonimato, que los elogios de Hegseth intentaban ocultar «tensiones políticas reales» con el almirante sobre la política en Venezuela.
El senador Jack Reed, demócrata de mayor rango en el Comité de Servicios Armados del Senado, calificó la renuncia de Holsey como «inesperada» y «preocupante». Reed advirtió que la salida del principal comandante militar en la región «envía una señal alarmante de inestabilidad en la cadena de mando» en un momento de alta tensión con Venezuela. El senador expresó su temor de que la actual administración esté «ignorando las lecciones aprendidas con esfuerzo en campañas militares estadounidenses anteriores».
The New York Times remarcó que Holsey, el primer Comandante afroamericano de SOUTHCOM, se suma a la docena de líderes militares que han dejado sus cargos este año, muchos de ellos personas de color y mujeres, de los cuales el medio sostiene que la mayoría han sido «despedidos por Hegseth o expulsados».
Desde el Pentágono, el portavoz Sean Parnell negó las supuestas desavenencias, asegurando a través de su cuenta en X que las versiones son una «mentira total». No obstante, el retiro de Holsey se da a días de que periodistas de los principales medios de EE.UU. entregaran sus credenciales y se negaran a aceptar las nuevas directrices impuestas por Hegseth, que buscan restringir el acceso a información no autorizada y sancionar la simple consulta sobre asuntos de interés público.
El retiro del almirante fue celebrado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien lo consideró un «acto de responsabilidad humana». Petro escribió que la renuncia de Holsey, en medio de los bombardeos que han dejado 27 personas asesinadas, sugiere que el militar evitó «ser objeto del crimen de guerra». (NP-Gemini-Agencias-Bio Bio)