La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por amplia mayoría que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, pueda intervenir de forma telemática en sus sesiones de la próxima semana, después de que Estados Unidos le negara la entrada al país alegando que la dirigencia palestina “socava las perspectivas de paz” en el conflicto con Israel. La resolución recibió 145 votos a favor, cinco en contra —incluidos los de Washington e Israel— y seis abstenciones.
Desde Ramala, el Ministerio de Exteriores palestino celebró la medida y agradeció a los Estados que la respaldaron, subrayando que se trata de un paso para garantizar que “las voces palestinas” sean escuchadas en el foro internacional. En un comunicado, denunció además que el veto estadounidense constituye una “violación flagrante” del Acuerdo sobre la Sede de la ONU de 1947.
La decisión se enmarca en un creciente pulso diplomático. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, confirmó recientemente la revocación de visados a dirigentes de la Autoridad Palestina y de la Organización para la Liberación de Palestina, una medida que calificó como respuesta al incumplimiento de compromisos y a la falta de avances hacia la paz en medio de la guerra en la Franja de Gaza.
El gobierno palestino replicó que estas restricciones no frenarán los esfuerzos de reconocimiento internacional, que podrían dar un salto la próxima semana cuando países como Francia, Reino Unido, Canadá y Australia anuncien su respaldo inequívoco al Estado de Palestina. Este movimiento es visto por Washington y Tel Aviv como un gesto “contraproducente” y una concesión política a Hamás, mientras Palestina lo presenta como un consenso que refuerza su legitimidad en el escenario global. (NP-Perplexity-La Tercera EFE)