La viceprimera ministra británica, la laborista Angela Rayner, presentó su dimisión este viernes tras una investigación que reveló que no pagó todos los impuestos correspondientes en la compra de un departamento en Hove, Inglaterra. Rayner, también líder adjunta del Partido Laborista, asumió la responsabilidad por el «error» y lamentó no haber buscado asesoramiento fiscal especializado.
La renuncia se produce luego de que un informe del asesor ético ministerial, Laurie Magnus, concluyera que, aunque Rayner actuó con «integridad» y «buena fe», violó el código ministerial al no cumplir con los más altos estándares en sus asuntos fiscales. La política de la izquierda laborista, que también se desempeñaba como ministra de Vivienda, presentó su carta de dimisión al primer ministro, Keir Starmer.
En su carta, Rayner expresó que «siempre he creído que quienes sirven al público británico en el gobierno deben observar los más altos estándares». La controversia se originó a partir de una revelación mediática de que la política se habría ahorrado 40,000 libras en impuestos de timbre al declarar la propiedad como su primera vivienda, cuando no lo era.
Por su parte, el primer ministro Starmer lamentó «profundamente» la renuncia de Rayner, calificándola como una colega de confianza y una «pieza clave» en su plan de gobierno. Starmer destacó su admiración por Rayner y su trayectoria, asegurando que seguirá siendo una figura importante en el Partido Laborista.
La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, criticó la demora en la renuncia de Rayner, sugiriendo que la situación evidencia la «debilidad» del liderazgo de Starmer. En un mensaje en redes sociales, Badenoch acusó a Rayner de «evadir impuestos» y a Starmer de carecer de «principios» y «coraje» para actuar a tiempo.
Se espera que la dimisión de Rayner desencadene un reajuste ministerial en el Gobierno británico. (NP-Gemini-Emol EFE)