“El Gobierno ha iniciado una recuperación de las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas, las cuales estaban disminuidas por décadas. […] Esto va a marcar el rumbo de los próximos 40 años”, afirmó el ministro de Defensa peruano, Walter Astudillo, en una reciente entrevista con RPP Noticias.
Esta declaración resume el alcance de los anuncios recogidos en el documento oficial del último mensaje a la nación de la presidenta Dina Boluarte, distribuido a los medios por Palacio de Gobierno. El texto detalla un megaplan de modernización de las Fuerzas Armadas que contempla adquisiciones históricas, renovación integral de equipos y nuevas alianzas internacionales.
Las autoridades del Ejecutivo han comunicado un programa integral para reforzar la defensa nacional, con énfasis en sustituir recursos obsoletos y potenciar la producción militar local a través de acuerdos con países que lideran en tecnología militar.
El documento distribuido a la prensa, aunque no fue leído enteramente por la mandataria peruana durante su último mensaje por Fiestas Patrias, pone el acento en incorporaciones de gran escala, pensadas para revertir décadas de limitaciones en infraestructura y capacidades de las Fuerzas Armadas.
COMPRA HISTÓRICA
Uno de los ejes centrales del megaplan es la firma de un contrato por 3.500 millones de dólares para la adquisición de 24 aviones de combate de avanzada para la Fuerza Aérea del Perú (FAP). El texto oficial precisa que esta inversión permitirá renovar una flota que hasta hoy opera con modelos ingresados al servicio en los años ochenta y noventa, alcanzando así estándares tecnológicos contemporáneos.
La operación contempla la compra de 20 cazas monoplaza y 4 biplaza, además de simuladores de vuelo, sistema logístico, repuestos, armamento y capacitación especializada para el personal militar. Según el cronograma oficial, el suministro de estas aeronaves comenzará antes de julio de 2026, con la previsión de que al menos tres unidades estén habilitadas y en condiciones de operar para esa fecha.
Tres modelos internacionales están en evaluación: el Gripen E, el F-16V Block 70/72 y el Rafale F4. El ministro Astudillo informó: “De acuerdo a los estudios técnicos, se ha determinado tres países: Estados Unidos, Francia y Suecia”. El proceso de selección incluye negociaciones con estos y una revisión técnica para asegurar la mejor alternativa estratégica para la FAP.
“El Congreso el año pasado aprobó un presupuesto importante de 3.500 millones de dólares y nosotros estamos en pleno trabajo para adquirir el mejor sistema de aviones posible… Es una decisión muy importante. Y como gobierno garantizamos que será realizado con transparencia y de la mejor manera”, aseguró Astudillo, reafirmando el carácter trascendental de la adquisición.
BLINDADOS Y AVIONES
El megaplan de defensa peruano alcanza también a la movilidad y protección de las fuerzas terrestres. El documento señala la compra de 30 vehículos blindados porta tropa Hyundai Rotem K-808P 8×8 (Tigre Blanco) y 10 vehículos blindados tácticos 4×4, destinados a fortalecer la capacidad de despliegue y la seguridad en misiones de la Compañía de Ingeniería del Ejército. Estas unidades están preparadas para operar en geografías diversas y escenarios urbanos, ayudando a reemplazar equipos anticuados y elevar el estándar de protección.
El Ejecutivo proyecta sumar a la flota militar dos nuevos aviones Boeing 737NG, con un desembolso estimado de 54 millones de dólares. Estos aparatos serán claves en el traslado de personal militar, médicos y rescatistas durante emergencias humanitarias o catástrofes.
A ello se suma la adquisición del segundo avión ambulancia, previsto para el segundo semestre de 2025, orientado a mejorar la evacuación y atención sanitaria en zonas alejadas o de difícil acceso.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
El megaplan contempla acuerdos con Suecia (Gripen), Estados Unidos (F-16) y Francia (Rafale), lo que abre paso a la transferencia de tecnología y a la participación de la industria nacional en procesos de coproducción y ensamblaje.
La presidenta Boluarte ya subrayó el papel que tendrán las empresas públicas del sector Defensa: SIMA Perú (astilleros y construcción naval), FAME (fabricación de armas y municiones) y SEMAN Perú (servicios aeronáuticos de mantenimiento).
Por su parte, el ministro Astudillo explicó: “El plan (para la Marina de Guerra) es la coproducción de 23 buques. Hemos iniciado ya la coproducción de cuatro buques, dos de apoyo logístico, una patrullera oceánica y una fragata multipropósito”. Además, FAME suma producción nacional con “más de 10.000 fusiles ensamblados y el siguiente paso es la construcción de partes”.
IMPACTO ECONÓMICO
El componente de desarrollo económico es clave. Astudillo también afirmó que se prevé la creación de hasta 12.000 puestos de trabajo asociados al megaplan, con la participación de al menos mil pequeñas y medianas empresas en los procesos de fabricación y ensamblaje de equipos militares.
Este impulso industrial será respaldado por el proyecto de “Ley que Promociona la Industria para la Defensa” que el Ejecutivo presentará ante el Congreso, garantizando continuidad para el sector.
El financiamiento de la modernización militar se repartirá en dos fases: 2.000 millones de dólares en 2025 y 1.500 millones en 2026. El mecanismo será el endeudamiento interno. El Ejecutivo señala que los contratos se firmarán en el corto plazo, revirtiendo años de bajos presupuestos para el sector.
Aunque en un primer momento existían posturas escépticas sobre la ejecución de las adquisiciones, la comunicación oficial y los mensajes de Boluarte y Astudillo confirman que el proceso ya se encuentra en marcha y el compromiso de concretar las compras permanece vigente.
INDUSTRIA NACIONAL PERUANA
El megaplan prioriza fortalecer la autonomía en materia de defensa, con la industria pública como pilar central en la coproducción, el mantenimiento y el ensamblaje de equipamiento militar avanzado. La presidenta afirmó ante el Congreso la importancia de “aprovechar el potencial de nuestra industria pública y privada, como actores claves en el proceso de modernización”.
“El Gobierno ha hecho obras más que muchos gobiernos anteriores, muchísimo y en menos tiempo. Yo creo que eso los números y las cifras no mienten. No son encuestas, son hechos reales”, remarcó Astudillo en RPP, refrendando el mensaje de cumplimiento y eficacia de la actual administración en sus compromisos para Defensa.
El megaplan oficializado por el gobierno aspira a dejar atrás décadas de rezago en equipamiento militar. La apuesta involucra inversiones récord, procura la entrada de tecnología de última generación, acuerdos internacionales y fabricación local para transformar las capacidades de las Fuerzas Armadas peruanas.
Las negociaciones internacionales, el foco en transferencia tecnológica y la activación de la industria nacional trazan nuevas coordenadas para la política de defensa en Perú, en el marco de uno de los procesos de modernización militar más significativos de la historia reciente del país. (por Jordán Arce, Perú para Bio Bio)