Miles de partidarios del chavismo se movilizaron el martes en Caracas para manifestar su apoyo al gobierno de Nicolás Maduro y repudiar el reciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. Esta movilización se da en un contexto de escalada de tensiones diplomáticas y militares, que ya ha provocado consecuencias tangibles en la vida cotidiana de los venezolanos.
El presidente Nicolás Maduro cerró la marcha con un discurso en el que calificó la coyuntura como «decisiva para la existencia de la república» y pidió a sus seguidores exigirse «diez veces más» para defender el territorio. El mandatario insistió en que el país acumula 17 semanas de «agresión imperialista y de guerra psicológica» por parte de Washington.
A pesar de la retórica confrontacional, Maduro evitó referirse públicamente a la reciente designación del Cartel de los Soles como grupo terrorista extranjero por parte del Departamento de Estado de EE.UU., una medida que la administración de Donald Trump asegura que él lidera. Caracas, por su parte, ha insistido en que el Cartel de los Soles es un «invento».
En contraste con la postura de su par venezolano, el presidente Donald Trump volvió a indicar el martes que «podría hablar» con Maduro para «salvar muchas vidas», aunque advirtió que puede hacer las cosas «por las buenas» o «por las malas». Las declaraciones de Trump se suman a la incertidumbre sobre los próximos pasos que Washington podría tomar en la región.
Mientras tanto, el inédito despliegue militar de EE.UU. en aguas cercanas a Venezuela ha tenido un impacto directo en la conectividad aérea del país. Más de una treintena de vuelos internacionales hacia y desde Caracas han sido cancelados en cascada, principalmente con España, luego de que la Administración Federal de Aviación de EE.UU. emitiera una advertencia sobre una «situación potencialmente peligrosa en la región».
Ante la crisis aérea, el gobierno venezolano advirtió a las aerolíneas que tienen un plazo hasta el mediodía del miércoles (hora chilena) para reanudar sus operaciones, bajo amenaza de revocación de sus permisos de vuelo permanente. Entre las compañías afectadas que han suspendido sus itinerarios hasta principios de diciembre se encuentran Iberia, Air Europa, Latam y Avianca, entre otras.
El contexto militar se intensifica con el rastreo de aviones militares estadounidenses cerca de las costas venezolanas y la presencia de altos mandos en países cercanos. Por ejemplo, Trinidad y Tobago recibió al jefe del Estado Mayor de EE.UU., Dan Caine, líder de la operación Lanza del Sur, mientras que el secretario de Guerra estadounidense viaja a República Dominicana, país colaborador en las operaciones militares en el Caribe. (NP-Gemini-Emol-EFE).
