Las protestas antigubernamentales convocadas por el denominado «movimiento del Sombrero» y la Generación Z en Ciudad de México degeneraron en enfrentamientos violentos frente al Palacio presidencial este sábado, dejando un saldo de al menos 120 personas lesionadas, de las cuales más de un centenar son agentes de policía.
El secretario de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México, Pablo Vázquez, confirmó el saldo de la jornada: 100 policías y 20 civiles resultaron heridos, además de registrarse 40 detenciones. Entre los uniformados, 40 debieron ser trasladados a hospitales, cuatro de ellos con traumatismos graves, si bien ninguno se encuentra en riesgo vital. Los 20 civiles fueron atendidos por paramédicos en la zona de la protesta.
Miles de personas se movilizaron en diversas ciudades, impulsados por la indignación ante la violencia criminal que azota el país. El detonante de la protesta fue el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, quien había exigido acciones contundentes contra los cárteles de narcotráfico.
Frente a la residencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, los manifestantes se enfrentaron a la fuerza pública. Los participantes portaban carteles con mensajes como “Todos somos Carlos Manzo” y muchos llevaban sombreros de vaquero en homenaje al alcalde, quien fue asesinado el 1 de noviembre tras haber denunciado públicamente la violencia de los cárteles.
La presidenta Sheinbaum respondió a las manifestaciones, sugiriendo que las marchas fueron financiadas por políticos de derecha que buscan oponerse a su gobierno. Por su parte, los jóvenes manifestantes del Movimiento del Sombrero coreaban «Carlos [Manzo] no murió, el Estado lo mató», responsabilizando indirectamente al gobierno por la inacción ante la violencia del narco.
Aunque la presidenta Sheinbaum mantiene índices de aprobación superiores al 70% en su primer año de gestión, su gobierno ha sido criticado por no lograr detener la ola de violencia que aqueja al país. Pese a haber avanzado en la lucha contra el tráfico de fentanilo, un tema clave para Estados Unidos, la violencia interna sigue siendo un foco de hostilidad.
El fenómeno de las protestas de la Generación Z no es exclusivo de México. Estos jóvenes, que son nativos digitales y usan plataformas como TikTok, Instagram y X para organizarse al margen de los medios tradicionales, han protagonizado movilizaciones similares en países como Nepal, Perú y Marruecos. Sus demandas son transversales, abarcando la insatisfacción gubernamental, la crisis económica, la corrupción y la falta de oportunidades. En México, el movimiento aspira a un cambio de paradigma en la forma de gobernar. (NP-Gemini-La Tercera EFE)





