La política exterior del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha convertido a América Latina en una región prioritaria, enfocada en frenar la migración, combatir el tráfico de fentanilo e incrementar la influencia estadounidense, según analistas. La línea de acción fue anticipada por los nombramientos de Marco Rubio como jefe de la diplomacia y Christopher Landau como «número dos» del Departamento de Estado, ambos con fuerte conexión con la región.
ALIANZA IDEOLÓGICA Y PRESIÓN MILITAR
La estrategia de Trump hacia Latinoamérica sigue patrones ideológicos, premiando a líderes afines y aumentando la presión sobre adversarios.
Acercamiento a Aliados
-Argentina: Trump recibió con honores a Javier Milei en la Casa Blanca y anunció un auxilio financiero con una línea de intercambio de divisas de hasta 20.000 millones de dólares. El apoyo, sin embargo, fue condicionado a que el partido de Milei gane las elecciones intermedias.
-El Salvador: Nayib Bukele fue el segundo mandatario latinoamericano en ser recibido en el Despacho Oval, acordando albergar a migrantes indocumentados acusados de ser criminales en su cárcel de máxima seguridad.
Presión a Adversarios
-Venezuela: Trump ha emprendido una campaña militar sin precedentes, anunciando que autorizó a la CIA misiones encubiertas y que sopesa ataques aéreos contra territorio venezolano, junto con la destrucción de supuestas narcolanchas vinculadas a Nicolás Maduro.
-Brasil: Al presidente Luiz Inácio Lula da Silva le impuso fuertes aranceles del 50% por el juicio contra su aliado Jair Bolsonaro, aunque se comprometió a negociar tras un encuentro breve en la ONU.
-Colombia: A Gustavo Petro lo amenazó con aranceles hasta que accedió a la deportación de migrantes indocumentados. Recientemente, EE. UU. retiró a Colombia de la lista de países cooperantes contra el narcotráfico y revocó la visa a Petro después de que el mandatario pidiera a militares estadounidenses desobedecer a Trump.
ENFOQUE ESTRATÉGICO Y ARANCELES
Los expertos señalan que el enfoque de Trump «presta menos atención a temas tradicionales como la democracia, los derechos humanos, el desarrollo económico, la corrupción y las cadenas de suministro», marcando un cambio respecto a la estrategia de Joe Biden, que buscaba trabajar con líderes elegidos democráticamente sin importar su color político.
-México: Trump utilizó amenazas arancelarias para presionar a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien accedió a militarizar la frontera para frenar el tráfico de fentanilo. México goza de una tregua arancelaria mientras continúan las negociaciones, evitando ser el país más perjudicado.
-Influencia China: La voluntad de Trump de detener la influencia china fue evidente en Panamá, donde incluso amenazó con recuperar el control sobre el Canal.
El endurecimiento de la política, que incluye el uso de aranceles como herramienta diplomática, refleja los intereses ideológicos del presidente republicano, buscando restaurar la influencia de Washington en la región. (NP-Gemini-Emol EFE)