Rusia se retira del tratado europeo para la prevención de la tortura
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Rusia se retira del tratado europeo para la prevención de la tortura


El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este lunes una ley que formaliza la salida del país del Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura, en un nuevo paso hacia el distanciamiento de los organismos internacionales occidentales tras el inicio de la ofensiva militar en Ucrania. Aunque Rusia fue expulsada del Consejo de Europa en marzo de 2022, aún permanecía vinculada a este acuerdo que permite inspecciones en centros de detención para proteger los derechos de personas privadas de libertad.

La ley, previamente aprobada por el parlamento ruso, denuncia el convenio y acusa al Consejo de Europa de incurrir en “discriminación” por negarse a incluir representantes rusos en sus órganos estatutarios. Esta decisión se enmarca en una política de desvinculación institucional que Moscú ha intensificado desde su exclusión de organismos multilaterales europeos.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso se aseguró que la salida del convenio no afectará a los ciudadanos del país, y se reafirmó el compromiso del gobierno con los estándares internacionales en materia de derechos humanos. Sin embargo, expertos de Naciones Unidas expresaron preocupación por el impacto de esta medida, señalando que podría agravar la opacidad sobre las condiciones en las cárceles rusas.

La decisión se produce en medio de reiteradas denuncias de organismos internacionales sobre presuntas violaciones a los derechos humanos cometidas por Rusia durante el conflicto en Ucrania. La semana pasada, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) responsabilizó a Moscú por “violaciones sistemáticas” del derecho internacional en el trato a prisioneros de guerra ucranianos, incluyendo ejecuciones arbitrarias.

Asimismo, un informe reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU concluyó que Rusia ha incurrido en patrones persistentes de abusos graves contra civiles detenidos en el contexto del conflicto, lo que refuerza las preocupaciones sobre el retroceso en garantías fundamentales.

El Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura, vigente desde 1987, ha sido considerado un instrumento clave para la protección de los derechos de los detenidos en Europa, al permitir visitas independientes a prisiones y centros de detención. La salida de Rusia representa un quiebre significativo en el sistema de supervisión regional.

Con esta medida, Rusia profundiza su aislamiento de las estructuras europeas de derechos humanos, en un contexto marcado por tensiones diplomáticas, sanciones internacionales y cuestionamientos sobre el respeto a los compromisos multilaterales asumidos por el país. (NP-Gemini-Emol-AFP)



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