La Primera Ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha anunciado un «cambio de paradigma» en la política de defensa danesa al decidir la adquisición de armas de precisión de largo alcance, revirtiendo años de recortes en el presupuesto militar. Esta medida es una respuesta directa a la amenaza a largo plazo que Rusia representa para Europa y Dinamarca, aunque la primera ministra aseguró que no hay un riesgo inmediato de ataque contra el país nórdico. La invasión rusa de Ucrania en 2022 evidenció serias deficiencias en la defensa danesa, lo que impulsó un aumento en el gasto militar. Frederiksen enfatizó que esta decisión no es una escalada, sino una «elección política» que demuestra la voluntad de Dinamarca de poder defenderse y no solo repeler ataques. Rusia, según ella, está tratando constantemente de ampliar los límites y «quiere un conflicto con la OTAN».
El Ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, explicó que la adquisición busca dotar a las fuerzas armadas de la capacidad de «contraatacar o atacar en profundidad» para alcanzar objetivos a larga distancia y neutralizar amenazas de misiles enemigos, posiblemente mediante misiles o drones. El Ministerio detalló que se comprarán ocho sistemas en total: el SAMP/T franco-italiano para el largo alcance, y uno o más de los sistemas NASAMS (noruego), IRIS-T (alemán) o VL MICA (francés) para el mediano alcance. Poulsen confía en que esta inversión se puede realizar dentro del marco financiero de defensa ya existente.
Este rearme se suma a la reciente y mayor compra de armas de la historia danesa, que incluye sistemas de defensa aérea europeos valorados en 58.000 millones de coronas danesas. El objetivo final es la disuasión, mostrando a Rusia que Dinamarca también puede «golpear», según analistas de defensa. Además del riesgo ruso, el texto sugiere que el aumento significativo del gasto y la elección de sistemas europeos en lugar de los estadounidenses Patriot, pueden estar influenciados por las amenazas y la retórica de Donald Trump sobre Groenlandia, lo que ha añadido una capa de desafío diplomático para Dinamarca. La decisión ha sido recibida positivamente por las Fuerzas Armadas y analistas, quienes la ven como un «salto cuántico» y un «sueño hecho realidad» que cambia la mentalidad de defensa danesa hacia la capacidad de acción ofensiva. (NP-Gemini-La Tercera)