Yulia Naválnaya, viuda del fallecido líder opositor ruso Alexéi Navalni, denunció hoy a través de la red social X que análisis clínicos realizados en laboratorios de dos países extranjeros demuestran que su esposo fue envenenado mientras estaba recluido en una prisión rusa. Naválnaya, quien reside en Alemania, acusó directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar el asesinato.
CONFIRMAN ENVENENAMIENTO
Naválnaya explicó que lograron transferir material biológico de Navalni al extranjero, y que laboratorios en dos naciones diferentes realizaron exámenes de forma independiente, concluyendo ambos que el opositor «fue envenenado». La viuda, que ha sido incluida por Rusia en su lista de terroristas y extremistas, subrayó la «importancia pública» de estos resultados y exigió que se publiquen, pues «todos nosotros merecemos conocer la verdad».
En un vídeo, Naválnaya reafirmó: «Mi marido, Alexéi Navalni, fue envenenado. Esto no son palabras vacías y tengo todos los motivos para decirlo». Relató que Navalni, trasladado a una colonia penal más allá del círculo polar ártico, fue «atormentado con hambre, frío y aislamiento total» durante sus tres años de reclusión. Describió que el 16 de febrero, día de su muerte, Navalni se sintió mal durante un paseo y, pese a solicitar ayuda, fue devuelto a la celda de castigo, siendo la ambulancia llamada más de 40 minutos después.
SILENCIO DEL KREMLIN
Mientras la viuda presentaba las pruebas de envenenamiento, el Tribunal Urbano de Salejard, en el Ártico ruso, rechazó una demanda de la madre de Navalni, Liudmila Naválnaya, que exigía incoar una causa penal por el asesinato de su hijo en la cárcel. El tribunal desestimó el caso, declarando que la negativa a incoar la causa «no afecta sus derechos e intereses».
El Kremlin, por su parte, se negó a comentar las acusaciones. El portavoz Dmitri Peskov declinó abordar las denuncias de Naválnaya durante su rueda de prensa telefónica diaria.
Navalni, quien cumplía una condena de casi 30 años, murió el 16 de febrero de 2024. Las autoridades rusas atribuyeron su fallecimiento a una arritmia, pero la familia, sus aliados y las cancillerías occidentales siempre han calificado su muerte como un «asesinato». El entorno de Navalni ha negado la versión de Putin de que se había dado luz verde para un canje de prisioneros. (NP-Gemini-La Tercera EFE)