Charlie Kirk, fundador de la influyente organización juvenil conservadora Turning Point USA (Tpusa) y cercano al presidente Donald Trump, fue asesinado este miércoles tras recibir un disparo en el cuello mientras presentaba un evento en la Universidad del Valle de Utah (UVU).
La muerte de Kirk fue confirmada por su vocero, Andrew Kolvet, y poco después por el propio presidente Trump a través de la red social Truth Social. En su mensaje, Trump describió a Kirk como un «gran y hasta legendario» líder, y expresó sus condolencias a la familia.
El ataque ocurrió mientras Kirk respondía preguntas sobre los tiroteos masivos en Estados Unidos. Según videos que circulan en redes sociales, el activista fue impactado por un disparo proveniente del Centro Losee, un edificio a unos 200 metros de distancia del lugar del evento.
Aunque inicialmente se informó de la detención de un sospechoso, la UVU corrigió la información, confirmando que el atacante no ha sido capturado. Actualmente, la policía de Orem, la UVU, el FBI y el Departamento de Seguridad Pública de Utah han unido fuerzas para llevar a cabo una intensa búsqueda.
La noticia ha generado una ola de reacciones en el entorno político conservador. El vicepresidente JD Vance, la congresista Marjorie Taylor Green, el senador Mike Lee, y la activista Laura Loomer, entre otros, lamentaron el suceso y pidieron oraciones por Kirk. Loomer, en particular, denunció que la violencia es el resultado de que los demócratas han declarado una «temporada de caza abierta contra los conservadores». El director del FBI, Kash Patel, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, también expresaron su apoyo.
Kirk, de 31 años, era considerado una de las figuras más influyentes en el movimiento «Make America Great Again» (MAGA) de Trump. A través de Turning Point USA, una organización que promueve los principios del libre mercado y un gobierno limitado, Kirk había ganado una gran audiencia y jugó un papel clave en la campaña presidencial de Trump. (NP-Gemini-La Nacion-Agencias)
