El Tribunal Supremo de Brasil abrió este martes la fase final del juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro y otros siete acusados de intentar un golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. El magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso, afirmó que los implicados buscaron instaurar “una verdadera dictadura” en el país.
Durante la apertura de la sesión, De Moraes señaló que una “organización criminal” intentó romper el orden democrático en un contexto de “radicalización política violenta”. Recordó que el asalto del 8 de enero de 2023, cuando simpatizantes de Bolsonaro vandalizaron las sedes de los tres poderes en Brasilia, derivó en cerca de 700 condenas dictadas por el Supremo.
El magistrado advirtió que la pacificación nacional no puede confundirse con la ausencia de castigos. “La impunidad, la omisión y la cobardía no son opciones, porque corroen la democracia y dejan cicatrices traumáticas”, afirmó.
TENSIONES INTERNACIONALES
El proceso, considerado uno de los más relevantes de la historia reciente de Brasil, ha estado marcado por la intervención del expresidente estadounidense Donald Trump. El líder republicano sancionó a jueces del Supremo, entre ellos De Moraes, e impuso aranceles del 50% a Brasil en represalia, calificando el juicio a Bolsonaro como una “caza de brujas”.
Frente a estas presiones externas, De Moraes aseguró que la imparcialidad del tribunal no se verá afectada. “La soberanía nacional no puede ser negociada. La independencia judicial es un principio inflexible de la Constitución brasileña”, sostuvo. (NP-GPT-Emol-EFE)