El presidente de Bielorrusia Alexandr Lukashenko reconoció que gobierna con métodos autoritarios y dictatoriales pero justificó que no puede hacerlo de otra manera afirmó citado por el canal de Telegram del servicio de prensa presidencial bielorruso que aunque no quisiera gobernar de forma autoritaria o dictatorial afirma que por ahora no tiene alternativa
Lukashenko es considerado desde hace tiempo como el último dictador de Europa y durante la crisis política tras las elecciones presidenciales de agosto de 2020 —que la oposición rechazó y Occidente cuestionó— no dudó en usar la fuerza para reprimir las masivas protestas además ilegalizó todos los partidos y movimientos opositores y clausuró medios críticos reprimiendo con violencia cualquier manifestación pública de descontento
Actualmente en Bielorrusia hay más de 1300 presos políticos según defensores de derechos humanos mientras que numerosos líderes opositores y activistas han debido exiliarse tras la represión desatada desde 2020
Reelegido en enero de 2025 para un nuevo mandato de cinco años Lukashenko permitió el uso de territorio bielorruso para la invasión rusa a Ucrania en 2022 acción que Kiev considera complicidad con la intervención militar rusa
En los últimos meses Lukashenko ha comenzado un proceso de normalización con Estados Unidos cuyo presidente Donald Trump incluso le llamó por teléfono antes de la cumbre en Alaska con Vladimir Putin
Este contexto refuerza la imagen de Lukashenko como un gobernante autoritario que mantiene su poder a través de la represión el control de medios y la marginación de la oposición lejos de ceder mantiene su dominio absoluto sobre Bielorrusia. (NP Perplexity-Telegram-Cooperativa)