Este jueves 21 de agosto, el gobierno chino expresó su firme oposición al despliegue de buques de guerra estadounidenses en el mar Caribe, cerca de Venezuela, calificándolo como una amenaza a la soberanía de los países de la región y a la estabilidad continental.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, instó a Washington a evitar acciones militares y a contribuir en cambio a la paz en América Latina.
Durante una rueda de prensa, Mao declaró que China “se opone al uso o amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales” y rechazó cualquier intervención externa en los asuntos internos de Venezuela. La vocera también criticó el patrullaje como una violación de los principios de la Carta de la ONU.
La declaración se produce en medio de crecientes tensiones regionales. El miércoles, los líderes de los diez países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) denunciaron el despliegue militar estadounidense en aguas caribeñas como una “amenaza” directa, y llamaron a la unidad latinoamericana frente a lo que consideran una injerencia.
Desde Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó el envío de tres buques con 4.000 soldados cerca de Venezuela. Según explicó, el presidente Donald Trump está “preparado” para combatir el narcotráfico en la zona y “llevar a los responsables ante la Justicia”.
En paralelo, el gobierno de Nicolás Maduro prohibió por 30 días la venta, compra y uso de drones en todo el territorio venezolano, en respuesta a las tensiones con Estados Unidos. La medida busca reforzar el control aéreo ante posibles incidentes en el contexto del despliegue militar. (Red NP-EFE-Bio Bio)